En los últimos años las abejas se han convertido en grandes heroínas de la biodiversidad y la seguridad alimentaria. La preocupación actual gira en torno a que la crisis climática está afectando su reproducción y supervivencia en el planeta y la extinción de una especie como ésta tendría un impacto significativo para la especie humana y la vida en general.
Éstas pequeñas e incansables trabajadoras, son una especie de insectos que hacen parte de la familia de polinizadores, cuya categoría permite anunciar que son organismos esenciales para el equilibrio del planeta. Esto es relevante, porque el rol que cumplen las abejas en la vida, afecta de manera directa o indirecta a todas las especies que habitan el planeta.
¡Vamos a conocer un poco de ésta especie!
Abejas, biodiversidad y crisis climática
Según datos recolectados por el podcast Brújula Sonora, actualmente se tienen registradas 20.000 especies diferentes de abejas a nivel global, de las cuales unas 10.000 se encuentran en diferentes territorios de latinoamérica. De éstas, solo el 2% se catalogan como polinizadoras, que son las encargadas de llevar el polen de las flores y algunas semillas de un lado a otro, impulsando así el nacimiento natural de algunas plantas, frutas y flora en general.
En términos de agricultura, como base fundamental de la alimentación humana y animal, es preciso destacar que algunos cultivos como el aguacate, la fresa, el kiwi, el maracuyá, entre otros, requieren del desempeño de las abejas para dar cosechas de calidad. Si las abejas se extinguieran o redujera el número de sus especímenes, estos cultivos podrían desaparecer parcial o totalmente y reducir su calidad, hasta dejar de ser sostenibles y rentables, pues son las abejas las encargadas de la polinización de aproximadamente el 80% de cultivos en el mundo, según el artículo que el laboratorio Bayer publicó al respecto.
La biodiversidad de la naturaleza, y hasta cierto punto su regeneración, depende de la distribución que hacen las abejas en los diferentes territorios. No obstante, y en contraposición a lo que se piensa regularmente, las abejas no viven siempre en colmenas, sino que en su gran mayoría son insectos solitarios y solo la melíferas y las polinizadoras son las que viven y se reproducen en grandes cantidades. Por esto, la preservación y cuidado de las especias mencionadas, debe ser de especial prioridad en las estrategias de conservación.
Ahora, es importante destacar que el cambio climático afecta a las abejas y otras especies encargadas de la polinización, cómo son las mariposas, los murciélagos, las moscas, monos, colibríes y algunas otras especies de insectos. Este fenómeno se da porque el calentamiento, la industria y el crecimiento urbano hacia los ecosistemas que ellas habitan, están destruyendo su entorno natural, obligándolas a migrar a espacios donde les es difícil sobrevivir y reproducirse.
No obstante, lo que pasa con las abejas actualmente es mucho más complicado.
¡Vamos punto a punto!
Situación actual de la población de abejas a nivel global
Según Naciones Unidas las tasas de extinción de especies se han elevado debido a la actividad humana, y actualmente “casi el 35% de los polinizadores invertebrados –en particular las abejas y las mariposas–, y alrededor del 17% de los polinizadores vertebrados –como los murciélagos– están en peligro de extinción a nivel mundial”. Esto, además de poner en riesgo la biodiversidad de algunas zonas del planeta, podría desencadenar en cambios obligados en la alimentación o en extinciones masivas de otras especies.
Algunos estudios recientes han arrojado que el uso de pesticidas, plaguicidas, las prácticas agrícolas intensivas, el cambio en el uso de la tierra, especies exóticas invasoras, enfermedades, plagas y el cambio climático son las principales causas de la reducción de esta y otras especies en el mundo.
Otro factor que se debe destacar es que las abejas han sido seleccionadas por varias décadas según su genética, para lograr campos de producción de miel, donde se han seleccionado las especies más dóciles y mejores productoras. Esto ha reducido significativamente su diversidad genética, volviéndolas más vulnerables y menos resilientes a los cambios de su entorno.
Por último, vale la pena resaltar que los cambios que sufre la naturaleza a causa de la actividad humana principalmente, también reduce la diversidad de flores, plantas y pequeños insectos que son base en la alimentación de las abejas. Por esto, algunas especies han tenido que migrar, cambiar de hábitat y exponerse a depredadores y condiciones climáticas adversas.
¿Qué podemos hacer para detener la extinción?
Una acción conjunta entre las diferentes industrias, los tomadores/as de decisiones y la ciudadanía podría detener el rápido avance del despoblamiento y migración de las abejas. La descarbonización y las acciones que allí se incluyen son esenciales para preservar no solo las 20.000 especies de abejas existentes, sino también la de todos los seres que habitan el planeta.
Para ello, Naciones Unidas recomienda que se respete en primer lugar el hábitat de ésta especie y que se garantice su bienestar y supervivencia adaptando corredores vegetales y otras alternativas que les brindan condiciones óptimas para reproducirse y sobrevivir a la crisis climática y sus fenómenos adversos.
Asimismo, se recomienda que todo ciudadano/a “de a pie” contribuya sembrando plantas, flores y arbustos nativos de su región en sus patios, jardines, parques y que de manera simultánea, se comprometan a difundir y concientizar sobre las abejas y su importante función en el equilibrio del planeta.
Finalmente, es fundamental que desde la política se promuevan proyectos e iniciativas enfocadas en la preservación de ésta y otras especies claves para el desarrollo de la vida en el planeta. Incentivar la participación de todos los actores sociales que participan en la mitigación de la crisis es fundamental y urgente.
Desde el proyecto Camino Hacia Carbono Neutral, financiado por UK Pact y liderado por las organizaciones OpEPA y Climate Reality América Latina en alianza con la Procuraduría General de la Nación, se busca construir lazos y así conectar a las instituciones y a la sociedad civil con alternativas y soluciones frente a la crisis climática.
Durante su gestión, el proyecto ha participado activamente para entablar conversaciones con gobernantes, ciudadanía, sector privado y periodistas, con el objetivo de brindarles herramientas que permitan incluir la descarbonización como parte de los planes y narrativas adelantadas, y así construir comunidades resilientes a la crisis.
Si deseas conocer más sobre el proyecto y las alternativas que puedes tomar frente al cambio climático y la preservación del medio ambiente, ingresa a nuestro sitio web y explora las acciones que cuentan con un alto potencial de éxito en la mitigación de la crisis.
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